Entre palabras, silencios y melodías, el espectáculo es un buceo en la intimidad del otro que puede revelar mucho de la nuestra. Aquel, narrador-personaje, representa a quienes se sientan atravesados por la experiencia ambígua del vivir. Aquel es ella, él, tú, vos. Y todos aquellos que se confunden, que se equivocan, que resisten y desisten, que sueñan y despiertan.

Son 12 canciones, 4 poemas y un texto. Dos cantautores. Un actor. Y una puerta. Entreabierta.

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Aquel es un tipo común. Sus dolores no son nuevas. Su destino tampoco. En la inercia del existir, le asombran breves momentos de pausa que pueden revelar resistencias, renuncias, ilusiones.

Por la mirilla Aquel, como cualquiera, intenta vislumbrar un poco de lo que lo rodea. Distingue, en lo angosto de su percepción, un poco de lo que fue, un poco de lo que imagina ser. Mirajes.

Entre canciones que despuntan como pensamientos invasivos o entrañados, momentos de vacío del pensar, Aquel puede recibir insights inesperados sobre su propia vida. Es el otro, con su voz, el que parece describir aquel que somos. Exterior e interior se miran desde su lugar estrecho pero hecho para abrirse y generar el choque. O el encuentro.